Tea Time | es

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Diez años de experiencia en grabaciones, giras continentales, premios y alta difusión junto a Los Tetas dejaron a Tea Time en una privilegiada posición como solista. El principal rimador y compositor de esa banda ha logrado su debut discográfico en solitario el año 2009 con Tea Time 1. El primer álbum de Tea Time se trabajó entre Estados Unidos y Chile desde el 2006.

Las huellas musicales de Camilo Castaldi - su nombre real - no deben buscarse sólo en la discografía de Los Tetas. Su cálido fraseo tentó primero a socios chilenos (Tiro de Gracia, Dj Bitman, Funk Attack, el saxofonista de jazz Maximiliano Alarcón e incluso la baladista romántica Myriam Hernández en "El amor de mi vida") y más tarde a destacados músicos extranjeros, incluyendo a Gustavo Cerati, Paulina Rubio, Atom Heart y Wisin & Yandel, con los que ha colabora en rimas vocales para temas y/o remezclas puntuales. Sobre su estilo, el músico estima que “estoy convencido de que el rap es una forma de canto, nunca me ha interesado la gente que rapea gritando”.

Como otros miles de hijos de exiliados chilenos, Castaldi pasó su infancia en Alemania Oriental, desde donde regresó a Santiago en 1990 ya enormemente interesado en la expresión artística del rap. Su encuentro con el bajista David Rulo Eidelstein determinó el inicio de Dr. Funkestein, dúo devenido en Los Tetas con el ingreso de dos nuevos integrantes en 1994. Las giras de la banda al extranjero acomodaron al músico en una amplia agenda de contactos, que cosechó más fructíferamente en el año 2006, cuando se instaló en Los Angeles, California, para cumplir con encargos y darle forma a su propio disco.

Según Castaldi, su debut solista mostrará "mi obsesión por los raperos negros", y viene a concretar una ilusión que el músico ya albergaba incluso antes de integrarse a Los Tetas. Dados los antecedentes, de su disco debiese esperarse no sólo cuidado vocal, sino también escrito. En entrevista para Emol, Tea Time (cuya madre es profesora de Literatura) contaba hace un tiempo que “estoy siempre revisando mis letras, leyendo mucho; súper interesado en elevar las letras cada vez más hasta que algún día, ojalá, yo esté rapeando algo del nivel de Baudelaire… me encantaría; o sea, tratando de profundizar dentro de los interiores de uno mismo, y bajar por esas sombrías escaleras a los lugares más desconocidos y extraer las letras más bacanes posibles”. .